Cuanto sufrimiento y que poca cantidad de uñas para canalizar el nerviosismo que produjo ver al Real Estelí contra la pared, azotado y dominado a placer por un Águila que creció mucho en espacio de una semana.
La primera parte fue toda, sin excepción, de los salvadoreños que tal y como se esperaba, fueron los que hicieron el gasto en busca del gol temprano que les diera la calma para afrontar el resto del partido. Una primera parte discreta y de aguante para un Estelí que supo responder al estar contra las cuerdas para aguantar las llegadas emplumadas por los costados y de forma constante. Con Ricardo Villatoro por izquierda, siendo el más activo, y con Dixon Rivas por la derecha, además, del partido inclusivo y participativo de Darwin Cerén que comandó a los suyos.
A pesar de tener la pelota, el Águila solo pudo generar dos opciones de mediano peligro en la primera mitad. La primera al 8′ en desborde de Villatoro y desvío de Eberth Martínez que Jason Vega supo atajar y al 11′ en desborde de Melvin Cartagena que Blass Sosa voló por los aires. El resto, fue posesión inerte y sin efecto.
Por su parte, Real Estelí se limitó a un sonrojado disparo frontal de Harold Medina que supo controlar sin mayores problemas Rafael García. Al Tren le costó la primera parte enormemente, sobre todo porque Ochoa no aportó en función recuperativa y tampoco aportó en funciones generativas, duplicando el trabajo de Harold hacia adelante y de Vieyra en funciones mixtas. Pero no solo el mexicano se mostró limitado en la primera mitad. Byron estuvo controlado y se atrevió muy poco y Agenor, otra vez, quedó a deber.

En el segundo tiempo el guión no cambió, mutó poco. Poca emoción y mucho sufrimiento en un partido que se volvió más trabado y disputado. Eso sí, el Tren tuvo la capacidad de generar opciones de considerable peligro en el arco de Rafael García mientras Águila volvía a tener la pelota pero sin tener la capacidad de generar opciones de verdadero peligro.
Los ingresos de Francisco Vallecillo, en lugar del lesionado Joab Gutiérrez y de Bancy Hernández en lugar de Agenor Báez, le dieron al Estelí la dinámica necesaria para generar opciones de gol. La primera, sin embargo, la tuvo el Águila en una llegada de Tomás Granitto que llegó a línea de fondo y cruzó, el balón se desvió en Marvin Fletes y Jason Vega tuvo que reaccionar con una mano salvadora para mantener su arco en cero.
Olivas también hizo ingresar a William Parra, y el colombiano aportó mayor estabilidad en media cancha que permitió mayor soltura a Harold Medina que creció enormemente en el partido. Fue el chinandegano que generó la mejor opción del partido cuando sacó un zurdazo potente que se estrelló en el larguero local al 69′.
Con Águila entregada en busca de un gol, Byron Bonilla filtró una pelota que dejó a Bancy Hernández solo frente al arco, pero Bancy no supo definir y envió su remate al único lugar donde la pelota era controlable para García al 75′. Bancy también probó con un disparo por arriba al 82′ y al 87′ un tiro libre de Byron Bonilla obligó al arquero García a exigirse para tirar la pelota a la esquina.
El cero por cero final mete al Tren a una semifinal internacional por segundo año consecutivo y empieza a establecer al Real Estelí como un equipo de peso en la región.
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— Concacaf Champions Cup (@TheChampions) October 3, 2024